Si bien nuestro espacio es la red informática, si entre los artistas surge la oportunidad de trabajar en grupo en un espacio físico, sería estupendo conocer el resultado subiéndolo a la página.
Por otra parte, debemos tener en cuenta que la página como escenario libre de tránsito de ideas, obras, conceptos y afectos, tendrá gran diversidad tipológica de visitantes que podrán dar su opinión libremente, lo que consideramos vital para el buen desarrollo del proyecto, lo que implica que todo participante debe aceptar cualquier opinión que no atente contra su dignidad. Creemos que los frutos de la relación que se establezca entre artistas y observadores será de la máxima importancia.
EL SISTEMA DEL ARTE
(En recuerdo de Juan Antonio Ramírez)
La relación entre el artista y el público está cambiando irremisiblemente, incluso podríamos decir que el sistema del arte está cambiado. La pirámide: museos, instituciones, galerías, revistas, críticos, marchantes, artistas, sólo sigue esta línea en orden a lo económico. En lo referente a lo artístico ya no significa lo mismo. El museo como cúspide de autoridad se cuestiona; las galerías de arte y los marchantes como conexión entre artistas y público o trasmisores de lo artístico están en entredicho; las revistas están viendo como su soporte sobre papel no es tan eficaz; mientras que los críticos y curadores se sostienen si hacen bien su trabajo en soporte informático; por su parte, los artistas que reconozcan su labor y sepan construir su sistema, pueden obtener el reconocimiento de su arte por otros medios que los hasta hace poco habituales, es decir, organizando su trabajo en redes de intercambio de conocimiento bien concebidas por Internet.
El caso de Van Gogh como figura del artista maldito que es reconocido por el sistema después de su muerte es historia. No se puede pretender un caso parecido. El sistema de las artes se está redefiniendo y los artistas que sepan construir su corpus dentro del sistema informático tienen mucho que decir, ya sea individualmente o formando parte de un grupo que sepa situarse ante la problemática del mundo actual. En la actualidad, el sistema del arte, como el de la economía es global y, como todo el mundo sabe, Internet tiene mucho que ver y decir de esto.
Desde hace décadas, los países llamados desarrollados, a quienes se les van sumando los que poco a poco alcanzan determinado nivel económico, tienen sus redes convencionales de difusión artística, mejor o peor estructuradas, tanto nacional como internacionalmente, donde el artista desarrolla su carrera. Así el artista que tenía claro el funcionamiento del sistema intentaba acceder a él apoyándose en su obra, su discurso teórico y su habilidad social. Los artistas que, asumiendo un riesgo personal y artístico, decidían vivir para el arte, recorrían las galerías más relevantes, establecían relaciones, incluso afectivas, con los poderosos del momento y tenían acceso a los críticos, revistas y medios de información más importantes e influyentes, lo que les daba un status y un reconocimiento. Y siendo inteligentes, andaban su camino atravesando los diferentes cedazos del sistema llegando a lo más alto.
Sin embargo, el artista no ágil socialmente con obra de calidad, quedaba excluido de las altas esferas y tenía condicionada la difusión de su obra a su entorno más próximo.
Ahora, como antes, para estar bien informados, hay que perseguir el conocimiento y visitar exposiciones, galerías, museos, etc. pero los condicionantes para estar bien informado se han multiplicado, no siempre se puede ir a Venecia, peregrinar a Kassel o Munster, o viajar a Sao Paulo, El Cairo, Montreal, Atenas, Berlín, Estambul, Lyon, Alejandría, Sydney, Pekín, etc.
El sistema de ferias, bienales, exposiciones homenajes, centenarios, revisión de tendencias, propuestas de arte emergente, etc. sobrepasa a cualquier persona o medio de opinión interesado en el arte.
Sin embargo, si se está atento, se puede obtener, gracias a Internet, información fiable de la mayoría de estos eventos y mucho más, porque se puede acceder a las páginas web personales de un gran número de artistas. Incluso, en estos momentos podemos conocer mejor a un artista que tiene una buena página web, que ha sabido introducir su dirección de contacto en otras páginas, que al último artista que ha expuesto en el centro de arte X, lo cual también es interesante, pero ya insuficiente.
Ciertamente no hemos visto la obra en directo y esto es importante para formarse una opinión adecuada de una obra plástica o que tiene un desarrollo espacio-temporal, pero, poco a poco el medio informático va mejorando y seguramente en el futuro ofrecerá una definición muy aproximada a la obra física, o bien las obras serán, muchas ya lo son, concebidas para difundirse en la red.
Hoy, cualquier artista bien informado puede acceder a mostrar su obra y pensamiento en Internet y ser valorado por ello. La criba de obras, artistas, teóricos, curadores, etc. seguirá existiendo, pero lo que cuestionamos es el sistema y los valores para hacerlo, cuestión que el conjunto del mundo artístico debe debatir y definir en la red.
Pero, el logro democrático de que todo artista (o quien se considere como tal) pueda tener una página web crea un problema de saturación de información. En cualquier momento podemos comprobar lo tedioso que es buscar, a veces durante horas, aquellas obras interesantes a nuestro gusto. Por este motivo, se hace necesario un modo de organizar la información y no sería bueno que de nuevo éste estuviera ligado desmedidamente a los intereses económicos.
El debate sobre cómo puede entonces sobrevivir el artista está abierto. Una buena página artística debería ofrecer calidad en la obra, conexiones con otras buenas páginas, publicidad de su contenido y proporcionar la relación entre el artista y el público.
Ahora ya sólo queda que nos lancemos a crear el mejor sistema organizativo, y esperemos, sin poner énfasis en la parte comercial, aunque hay quien considera que es muy importante y posiblemente no le falte razón, pero no debería ser el eje principal al que rinde pleitesía el pensamiento.
Por este motivo creemos que es importante que los artistas sepan crear sus redes de información lo mejor estructuradas posible, porque estas redes formarán en el futuro, no muy lejano, el nuevo sistema de las artes.
Es por esto que lanzamos nuestra página Contagio.org con la intención de comenzar a crear este sistema de relación artística que sea capaz de, por una parte, ofrecer un soporte de creación y crítica artística y por otra, dar una idea del arte y el pensamiento del mundo contemporáneo.
